ACNÉ, CÓMO ACABAR CON ÉL: LA ALIMENTACIÓN

¿Es cierto que el acné y la alimentación van de la mano? Durante la adolescencia, no podremos evitar su aparición, sobre todo por los cambios hormonales que esta conlleva que, en la mayoría de ocasiones, están relacionados con una piel que se engrasa cada vez más. Ahora bien, tener una dieta saludable tanto en la adolescencia como en la edad adulta pueden reducir el acné.

Las toxinas que contienen los alimentos procesados pueden llegar a acumularse en nuestro cuerpo y causar brotes de acné. Dulces, chocolates o bebidas edulcorantes, por ejemplo, deberían ser desterrados y eso es algo que sabemos desde hace mucho tiempo.

En la actualidad, y después de varios estudios científicos, hay dos tipos de alimentación que están relacionadas con esta afección de la piel. Seguro que después de leer esto lo tendrás mucho más claro.

La leche animal tiene hormonas, andrógenos y estrógenos, algunos de los cuales se producen en la glándula mamaria durante el periodo de la lactancia y son supresores directores de la función de la glándula sebácea. En general, no son los macro nutrientes de la leche los que producen acné, sino todo el proceso al que es sometida una vaca y la posterior elaboración del lácteo el que puede provocar los brotes de acné.

Para evitar el acné hay que intentar reducir el consumo de alimentos de índice glucémico alto. Estos son los que nos hacen aumentar los niveles de glucosa en sangre. ¿Significa eso que hemos de dejar de comer de todo? No, necesariamente. Creemos que es importante que sepáis qué alimentos tienen un índice glucémico alto y están relacionados con el acné.

• Azúcar blanco, miel, la sacarosa…
• Harinas refinadas como las del pan blanco
• Dulces y bollería
• Arroz blanco
• Patatas cocidas
• Algunas frutas como plátano, piña….

Aquí el debate está servido pero… ¡ tenemos buena noticia para los amantes del chocolate! El cacao en sí mismo no provoca acné pero sí los lácteos que, en ocasiones, componen el chocolate. Por tanto, uno que sea 100% puro no debería darte problemas y sobre todo si no tiene azúcar.

Nos daría para generar otro post orientado a ello pero, como sabéis, nuestra filosofía radica en que la piel es un espejo de las emociones. Por tanto, estar estresados, preocuparnos en exceso por un tema o estar pasando una situación delicada nos suele afectar a la piel, a cada uno de una forma y a muchos se nos refleja a través del acné. Por otro lado, descansar correctamente y dormir las horas necesarias es fundamental para tener una piel radiante. Cuando esto no ocurre, el brote puede aparecer.

En muchas ocasiones, aquellas personas que padecen acné y observan que su piel es muy grasa consideran que no deben utilizar ningún tipo de crema. ¡Error! Lo que sí es importante es saber qué tipo de crema es la que mejor se adapta a una persona con acné.

Si ya estamos con un tratamiento dermatológico, se han de seguir los consejos del especialista pero si el acné no es muy acentuado debemos elegir una crema para piel grasa. No os vale cualquier tipo de crema, debéis apostar por una crema natural puesto que hay determinadas sustancias que engrasan la piel y taponan los poros provocando después acné.

Por tanto, una alimentación en la que eliminemos las sustancias de las que os hablábamos, descansar correctamente y ser conscientes de cómo estamos por dentro y desterrar los cosméticos con sustancias tóxicas, serán los primeros pasos para ir eliminando el acné.