Sabemos que los malos hábitos en la alimentación, hidratarnos poco o no descansar lo suficiente provocan daños en nuestro organismo, perjudican nuestro físico y, sobre todo, nuestra piel. Pero, ¿sabías que los factores emocionales también repercuten en nuestro bienestar? La falta de tiempo, el trabajo continuo y los problemas familiares y personales son algunas de las muchas causas que provocan la aparición del estrés en nuestras vidas. El estrés es uno de los estados que más debilita nuestro cuerpo y nuestra mente, y, por ello, ocasiona cambios en el carácter, cansancio excesivo e insomnio, además de variaciones en la piel y en el cabello.
Nuestra mente puede verse alterada por síntomas como los cambios de humor, el mal carácter, la tristeza y la dificultad de concentración. Esto puede desencadenar hacia un estado de depresión que provocará que nuestro cuerpo pase por fases de alteración del sueño, irritabilidad, ansiedad y fatiga.
¿Qué le puede ocurrir a nuestra piel si experimentamos estrés?
Al igual que nuestra mente actúa de acuerdo con nuestro estado emocional, la piel y el cabello reaccionan ante sentimientos de estrés, ya que este provoca cambios hormonales tales como la segregación de cortisol. Experimentar altos niveles de cortisol y, por lo tanto, de estrés, puede causar la aparición de acné, ya que las glándulas sudoríparas comienzan a producir más sebo, lo que provoca que surjan granitos en la piel y que seamos más propensos a tener una piel grasa. Además, el estrés también puede ocasionar la aparición de signos de envejecimiento precoz y urticaria. La piel puede llegar a presentar rugosidades, eczemas y flacidez dérmica que deberás prevenir realizando algunos cambios imprescindibles en tu estilo de vida.
Para combatir estos signos, será de gran ayuda la aplicación de cremas faciales naturales que te ayuden a controlar estos cambios: Es conveniente llevar a cabo una rutina facial de limpieza e hidratación de la piel para mantenerla limpia y, para ello, se debe escoger el producto que más se adecue a ti y que sirva para prevenir y controlar la sudoración abundante, para recuperar la elasticidad o para solucionar la sequedad de la piel.
El estrés causa la caída del cabello
Una de las mayores preocupaciones que experimentamos consiste en el empeoramiento de nuestro cabello, ya sea por la pérdida de este o por la aparición de caspa.
Existen múltiples motivos que provocan dichos problemas pero uno de los más frecuentes corresponde con el estrés; es decir, con problemas de carácter hormonal que repercuten en nuestro organismo. El estrés conlleva a que se realicen cambios en los hábitos alimenticios y sobre todo, en la rutina de sueño, aspectos que pueden repercutir en tu cabello y ocasionar la caída temporal de este y, además, la aparición de caspa.
El cabello puede experimentar una disminución significativa de densidad que deberá paliarse superando la situación de crisis emocional y llevando a cabo hábitos saludables que ayuden a que el pelo vuelva a crecer con más fortaleza y vitalidad. Para ello, deberá nutrirse de forma constante con champús que logren eliminar la fragilidad y conseguir un pelo mucho más sano. Además, se deberán aportar las vitaminas y minerales necesarios para revitalizarlo y para conseguir la fuerza que necesita.
Somos conscientes de que es de gran importancia emplear productos que ayuden a mejorar nuestro organismo y que eliminen los signos que ha dejado el estrés en nuestro físico. Pero, ¿de qué servirá esto si no logramos superar esta situación de estrés profundo?
Ir a la raíz del problema. ¡Siempre es la solución!
Por mucho que cuidemos nuestro cuerpo será imprescindible comenzar a seguir una serie de hábitos y realizar cambios en nuestro estilo de vida que nos ayuden a combatir el sentimiento de estrés. Es aquí donde aparece la importancia que tiene el descanso en nuestras vidas.
Descansar es sinónimo de calidad de vida y es necesario para lograr un bienestar tanto físico como emocional. Cuando no logramos descansar de forma adecuada, somos más propensos a experimentar problemas de salud tales como el estrés, que cambiará de forma significativa nuestro carácter, pensamiento y estado de ánimo.
Un descanso adecuado puede ayudar a fortalecer nuestro organismo, a relajarnos y, por lo tanto, a reducir el estrés. Pero, ¿qué debes hacer para lograr un buen descanso en tu vida?
"Mens sana in corpore sano"
Es super recomendable realizar algún tipo de ejercicio físico o deporte que nos ayude a tener un aspecto más saludable y una mejor apariencia física. Esto logrará que nuestro cuerpo necesite dormir tranquilamente para recuperarse. Además, la actividad física te ayudará a canalizar toda la energía necesaria para tu cuerpo y a combatir el estrés en gran medida.
Meditación
Practicar meditación de forma regular ayuda a reducir los niveles de cortisol e incita al descanso. Es un método de gran utilidad ya que permite que se liberen los pensamientos negativos que pasan por nuestra mente, lo que implica que seamos más capaces de tener tiempo de relajación tanto física como mental.
Gracias a la meditación, el estrés puede llegar a reducirse en gran medida ya que ayuda a reordenar la mente, equilibrar el carácter y disminuir la ansiedad. Además, proporciona a tu cuerpo el descanso necesario para prevenir estos síntomas emocionales y para lograr un estado de tranquilidad imprescindible para tu organismo. Algún día haremos un post destinado únicamente a la meditación y seguro que os relajáis.
No olvides llevar una correcta alimentación ya que comer sano es esencial para sentirte bien y fortalecer tu cuerpo. Y, además, es recomendable pasear por la naturaleza, ya que queda demostrado que estar en contacto con ella disminuye los niveles de estrés. Y, lo más importante, aprende a relativizar los problemas que se presentan en tu vida.
Y sí, lo sabemos, es muy fácil decirlo, pero llevarlo a cabo es complicado. A veces, tener unos niveles de exigencia muy elevados, dar demasiada importancia a cada cosa que hacemos y a los demás son causas que hacen que el estrés se dispare a cotas insospechadas.