"Ecológico", "Sostenible", "Bio", "Orgánico"... son varios los términos que utilizan las marcas para intentar atraer a los consumidores más preocupados por el medio ambiente, sin embargo, no todos ellos significan lo mismo.

El uso continuado de estos vocablos ha provocado que hoy por hoy muchos usuarios desconozcan las diferencias entre unos términos y otros, provocando que no sean conscientes del todo de lo que están consumiendo y de cómo están favoreciendo al medio que los rodea con dicho consumo.

Dos de los términos que generan más confusión entre aquellos que están interesados en esta tendencia son “marca ecológica o eco” y “marca sostenible”.

¿Qué es una marca sostenible?

Calificar a una marca de sostenible implica un concepto muy amplio y que en muchas ocasiones se confunde con el término “verde”. Cuando empleamos el término sostenible podemos estar refiriéndonos a una empresa de alimentos, cosmética o textil, pero también a un determinado servicio o entorno concreto.

A pesar de que es un término muy empleado por las marcas, y que no siempre se corresponde a la realidad, existen ciertos factores que nos pueden ayudar a detectar si una marca es realmente sostenible:

- Resaltan el cuidado y el respeto hacia el medio ambiente
- Tienen en cuenta aspectos que van más allá del medio ambiente, como el comercio justo, los derechos humanos o la política de reciclaje
- Economía de proximidad. El almacenaje, la fabricación es realizada en el propio país

La sostenibilidad tiene unos estándares mucho más altos que el término “verde”. Por ejemplo, un cosmético puede haber sido formulado con ingredientes naturales y haber requerido de mucha energía para fabricarlo y enviártelo a casa, sin preocuparse de lo que sucede después con el envase. En este caso se consideraría un cosmético natural pero no sostenible.

¿Qué es una marca ecológica?

El término de “marca ecológica” es mucho más preciso. Se considera a una marca ecológica cuando ha pasado por la mínima cantidad de procesos posibles antes de llegar a tus manos.

Además de una producción sostenible, las marcas ecológicas tampoco utilizan productos de síntesis química y que se respeten los ciclos naturales de las diferentes partes que constituyen el ecosistema.

En el caso de la cosmética, para que un producto sea considerado ecológico, el 95% de los ingredientes utilizados en su formulación deben ser ecológicos y el 5% restante tendrá que contener al menos un 10% de sustancias ecológicas.

En definitiva, una marca es sostenible cuando sus productos se han producido respetando el medio ambiente, pero eso no quiere decir que sea ecológica.

Maminat, una marca natural, ecológica y sostenible

Maminat, además de ser una marca de cosmética natural, también es ecológica y sostenible, algo que nos diferencia de nuestros competidores. Pero, ¿por qué decimos que Maminat es cosmética ecológica, natural y sostenible?

• Producción local. Con el fin de asegurar la mayor frescura posible y disminuir la huella de carbono, en Maminat trabajamos con ingredientes procedentes de la agricultura ecológica, concretamente del mediterráneo. Los envases de nuestros productos también son comprados en empresas locales con el fin de reducir los desplazamientos.
• Envases sostenibles. Utilizamos envases de cristal reutilizables para evitar los plásticos de un solo uso y, además, trabajamos con etiquetas de papel mineral evitando así la tala de árboles. Nuestros productos llegan a casa en una caja única de cartón reciclado.
• Fomentamos la ayuda al otro. Actualmente trabajamos con Mil.una Sagunt, un proyecto ubicado en Valencia en el que ayudan a mujeres en situación de vulnerabilidad social. Además, por cada caja verde que adquieras en ocasiones especiales, como la Navidad o el Día de la Madre, plantaremos un árbol con la asociación 'One Tree Planted'
• Cosmética ecológica. Todos nuestros productos están elaborados con ingredientes procedentes de la agricultura ecológica. De hecho, nuestra línea color ya cuenta con el certificado de producto ecológico.

En definitiva, si quieres apostar por una marca que además de ser sostenible es también ecológica debes tomar consciencia de todo su proceso de producción: desde que sembraron el producto hasta que llega a tus manos.

Además, las marcas verdaderamente sostenibles te invitarán y te ayudarán a tomar consciencia de la importancia de reducir los envases y de reutilizar aquellos que generamos.