- Enjuágate con agua tibia. El agua muy fría no te lo dejará profundamente limpio y la caliente tiende a abrir las cutículas por lo que el pelo después puede estropearse. Así que ni frío ni calor. Ya sabes, los extremos nunca fueron buenos. El agua templada aporta más brillo al cabello y nos ayuda a controlar los niveles de sebo por lo que la melena acabará ensuciándose menos.
- Enjuágalo muy bien
- Lávalo por las mañanas: Conseguirás un mayor efecto que por la noche pues las glándulas sebáceas están más activas en horarios nocturnos. ¿ No te ha pasado que te has levantado sin entender por qué lo tienes tan sucio recién despertada?
- No te lo toques. Suele relajarnos tocarnos el cabello pero también lo ensucia muchísimo. No sé vuestra madre pero la mía siempre me decía "no te toques tanto el pelo". Pues bien, es una máxima de madre que debemos perseguir. Tocar tanto el pelo favorece a la segregación de sebo.
- Deja el pelo tranquilo. Cepíllate el pelo solo cuando lo necesites. Si eres de las que no puede parar con el cabello, te aconsejamos que te hagas un recogido bonito para evitar que estés tocándolo y peinándolo a todas horas. Si lo cepillas mucho, lo que consigues es repartir la grasa por todo el cabello
- El cepillado que sea de medios a puntas: Te aconsejamos que cuando cepilles el pelo lo hagas de medios a puntas pues la mayoría de pelos grasos tienen más grasa en la zona la raíz que en la zona baja de la melena. Si activas la circulación desde la raíz también estás favoreciendo a que aparezca más grasa en todo el cabello.
- Limpia y desinfecta las planchas: Como antes hemos indicado con el agua caliente, por regla general, el calor favorece la producción de sebo. Evita usar planchas de pelo pero, en caso de que necesites usarlas, desinféctalas con alcohol para evitar cualquier tipo de suciedad y de grasa acumulada en las mismas.
- Evita también el uso de secador con aire caliente
- Evita los alimentos con muchas grasas: Para los cabellos grasos, tomar alimentos azucarados, harinas refinadas y embutidos debería ser prohibitivo. Estos alimentos son ricos en grasas, grasas que después afectarán también a tu cabello.
- Nada de acondicionadores o sérums que te engrasen
- Fuera el estrés: El estrés provoca una mayor producción de grasa capilar. ¡Elimínalo de tu vida para siempre!
Y sí, sabemos de la dificultad de convivir con un pelo graso pues te apetece lavarlo cada día porque tiende a tener un aspecto aceitoso y, por tanto, descuidado. El pelo graso necesita de cuidados y de mimos. Seguramente si sigues todos estos pasos y apuestas por nuestro champú de pelo graso Maminat vivirás mucho más tranquila.