LOS BENEFICIOS DEL ACEITE DE ALMENDRAS

¡Nos encanta el aceite de almendras! Nos encanta porque es bueno para casi todo: para el rostro, para la piel, para que nos crezcan las pestañas y las cejas... Vamos, una maravilla.

Pues como su nombre indica se extrae del fruto del almendro pero las almendras pueden ser de dos tipos: dulces y amargas. De las dulces nosotros le sacamos mucho partido a nivel cosmético. De hecho, las usamos en nuestros geles de ducha y en nuestras cremas faciales y contornos de ojos. Y es que... el aceite de almendras dulces lleva altos niveles de vitaminas A, B y E.

Por otro lado, las almendras amargas se suelen utilizar para dar aroma porque liberan ácido cianhídrico al entrar en contacto con agua o con saliva. Si se llegan a usar en grandes cantidades podrían resultar, incluso, tóxicas.

Para el cuerpo: El aceite de almendras dulces hidrata bastante la piel por lo que los primeros beneficiados en usarla son aquellas personas que presentan una piel seca, escamada o simplemente que se ha deshidratado por no cuidarla. Algo que, por cierto, suele ser bastante habitual cuando vamos con mucha prisa. Con el aceite de almendras dulces en nuestros geles conseguimos que la piel salga de la ducha bastante hidratada pero las pieles grasas no deben sufrir porque no les va a producir más sebo.

Para las estrías: Para aquellas personas que estáis embarazadas o que notáis que después de un periodo de adelgazar y engordar os han salido estrías el aceite de almendras dulces también funciona de maravilla. Si estáis en alguno de estos casos, podéis poneros en contacto con nosotros para que os hagamos algún tratamiento personalizado y que os puede ayudar muchísimo.

Para la cara: Al ser tan hidratante, si tienes la piel del rostro seca, ¡te vendrá genial para tenerla más suave y elástica! Eso sí, antes de aplicártelo, asegúrate de tener la cara bien limpia, ya bien sea con agua o con tu limpiador facial habitual, ya que de aplicarte productos en el rostro con este sucio, propiciarías la aparición de espinillas. Al contar también con propiedades antiinflamatorias, es un producto ideal para la reducción de las bolsas de los ojos, únicamente debes aplicarte unas gotitas con suaves toques antes de dormir, y dejarlo reposar.

Para el pelo: Si tienes el pelo seco, o si últimamente por lo que sea se te ha resecado más (suele pasar por el cloro, la sal, los tintes o el sol), puedes recuperar su brillo rehidratándolo con un champú natural y después aplicar aceite de almendras. El modo de empleo consiste en la aplicación del champú, dejarlo reposar unos 5 minutos y después aclarar. De este modo, gozarás de un cabello suave y sedoso. Además, este tipo de aceite ayuda a evitar la caída del cabello al fortalecer las hebras naturales que cubren cada pelo.

Para las cejas: Es uno de esos remedios sencillos que puedes hacer si te gustaría tener unas cejas más pobladas. En ese caso, te recomendamos que mojes un algodón con aceite de almendras dulces y lo uses dos veces por día sobre tus cejas. En principio, con el paso del tiempo y la constancia conseguirás que las cejas crezcan más fuertes y que se vayan poblando más.

Y lo de siempre... el refinado sale más barato pero no es tan beneficioso para nuestra piel. Así que lo mejor es que te cerciores de comprar un aceite de almendras virgen en caso de que lo necesites. Y, como siempre nos gusta decir... ayuda a que familias que han montado un herbolario pequeñito, al lado de tu casa puedan seguir con su comercio. No cuesta nada apoyar al pequeño comercio y acudir a tu tendero de siempre para pedirle consejo.