Aprende con nosotros

QUÉ LE PASA A LA PIEL EN INVIERNO. POR QUÉ SE SECA LA PIEL EN INVIERNO

En los últimos días, algunos nos habéis contado que notáis que vuestra piel se queda más seca en invierno y que durante el verano os desaparecen algunos de los problemas que padecéis durante estas fechas. Por eso, nos parece importante explicar qué le pasa a la piel en invierno. Como podréis imaginar, el frío y la ausencia de humedad son los principales enemigos para nuestra piel. De hecho, somos muy conscientes de que debemos cuidarla durante el verano porque nos han hablado mucho de los efectos nocivos de los rayos de sol pero, a veces, se nos olvida que el invierno también nos afecta. De hecho, ¡cómo no vamos a cuidar nuestra piel! 2 metros cuadrados que ocupa y pesa 4 kilos. Por eso, es el órgano más grande que tenemos.

Pero, ¿ qué ocurre con nuestra piel en invierno exactamente?

Es fácil de comprender. Hace más frío, estamos expuestos a ráfagas de viento y solemos vivir cambios bruscos de temperatura, cuando entramos en nuestras casas o en superficies comerciales hace calor y los grados bajan considerablemente en el exterior. Todos estos factores afectan a la piel y el resultado es el que comúnmente sufrimos: rojeces, venitas dilatadas y piel bastante más seca que en otras épocas del año.

De hecho, el frío contrae nuestras venas y, a consecuencia de ello, se congestiona la piel. Este proceso recibe el nombre de vasoconstricción y ocurre de forma automática. Todos sabemos que el cuerpo es sabio y, en este caso, lo que hace es llevar a cabo este proceso para que no perdamos calor a través de la piel. Como contrapartida, nuestras células reciben menos oxígeno y nutrientes y la epidermis pierde algo de fuerza y de grosor.

Consejos para la piel en invierno

Aquí os dejamos unos tips para cuidar la piel en invierno. Fáciles, rápidos y súper necesarios.

  1. Que no falte la crema facial

Cuando algunos nos preguntáis que no sabéis qué crema de cara escoger, siempre os hacemos la misma reflexión: una crema que te nutra en profundidad; es decir, aquel que tiene una piel mixta con tendencia a seca, debería apostar por una de este último tipo si está en época invernal. Por tanto, es indispensable que la piel del rostro, que es la zona que exponemos más, esté completamente hidratada desde primera hora de la mañana con una crema facial hidratante.

Quizás somos un poco pesados en este sentido pero es importante que recordemos que para hidratar y nutrir la piel hay que conseguir que nuestra crema esté libre de sustancias tóxicas y que apostéis por una cosmética natural.

piel en invierno-Maminat,cosmética natural 2. Hidratar el cuerpo de forma natural desde la ducha

Por otra parte, es importante que la piel del resto del cuerpo permanezca suave y flexible, algo que podemos conseguir con un gel de ducha que ya incorpore aceites naturales y que no contenga perfumes sintéticos. Así es como nosotros trabajamos con nuestros geles de ducha. No usamos perfumes sintéticos ni materias primas que hayan sido procesadas. De esta forma, conseguimos que el gel de ducha haga varias funciones: nos limpie, nos cuide y nos deje la piel ya bastante hidratada. Este último punto es indispensable si no queremos que la piel se deshidrate o resquebraje por el exceso de tóxicos que contienen algunos de los productos que usamos bajo la ducha.

  1. Humidifica el ambiente si usas calefacción

Del mismo modo, la calefacción suele secarnos la piel y elimina la humedad en el ambiente. Si eres de los que pasas muchas horas dentro de una oficina o en casa con la calefacción encendida, sería recomendable hacernos con un humidificador para aumentar los niveles de humedad en dicho ambiente. Hay una forma casera de generar un humidificador y que consiste en que pongáis agua a calentar dentro de una de las ollas que usáis para cocinar y que la dejéis posteriormente en el habitáculo en el que os encontréis, siempre y cuando sea una estancia bastante pequeñita.

  1. Aunque haga frío, bebe agua. Reduce café o alcohol

Las bebidas alcohólicas o tomar varios cafés al día son diuréticos así que ingerirlos en exceso provocará que vayamos perdiendo el agua natural que tiene nuestro cuerpo y que es, al fin y al cabo, la que nos mantiene siempre en un estado óptimo de hidratación. Del mismo modo, aquellas personas que padezcan de rojeces o de rosácea deben eliminar la ingesta de bebidas calientes que suelen ser apetecibles en invierno como los tés, el chocolate o, incluso, el café porque provocan más rojeces en la piel. Además, algunos de estos alimentos pueden incrementar los problemas de estrés lo cual incrementa el riesgo de padecer estas manchas durante el invierno.

Por otro lado, es muy importante que bebamos agua. A veces, durante el invierno la sensación de sed desaparece porque no tenemos el calor del verano, pero aún así beber dos litros de agua es necesario para que nuestra piel permanezca hidratada y contrarrestemos el proceso que ya hemos explicado anteriormente.

  1. Cuanto más algodón, mejor

A veces nos gusta mucho llevar tejidos de lana porque son muy abrigados para el invierno. En otras ocasiones, los hay que apuestan por los tejidos sintéticos. Sin embargo, este tipo de tejidos pueden hacer fricción con la piel, exfoliarse en exceso y dañarla. Por tanto, nuestro consejo es que apuestes por la ropa de algodón, al menos, en aquellas zonas que toquen directamente con el cuerpo. De hecho, este sería un buen consejo para todos aquellos que tienen la piel atópica.

  1. Las manos, nuestras mejores aliadas

Otras de las zonas que más se ven afectadas por las bajas temperaturas son las manos. Hidratarlas y nutrirlas con una buena crema de manos es necesario para evitar las rojeces y los sabañones que muchas personas padecen durante el invierno. Esperamos mostraros muy pronto nuestra crema de manos que seguro que os encantará. Todavía habrá que esperar unas semanitas para verla.

Uno de los mejores momentos para hidratarlas es durante la noche y puedes llevar a cabo un remedio bastante casero. Podrías untarte las manos con aceite de oliva y después envolverlas en papel de film o en unos guantes con el objetivo de que no se manchen tus sábanas o tu nórdico. Cuando te levantes, notarás que las manos están mucho más hidratadas y suaves que antes de haberte acostado.

Así pues, si seguimos estos pequeños tips sobre cómo cuidarnos la piel en invierno, podremos lucir una piel más radiante y flexible durante el invierno. Cabe recordar que la piel es un espejo de nuestras emociones y si conseguimos equilibrarlas desde nuestro interior siempre ayudará a que tenga un aspecto mucho más saludable a pesar de que la falta de humedad y el frío le afecten. Y, ya sabéis, que según la filosofía Maminat estar bien por dentro consiste en ser un poco más consciente cada día, comer bien, hacer algo de ejercicio y sentirnos en bienestar por cómo es nuestro día a día. Y sí, no es nada fácil...

Descubre en qué tiendas físicas estamos

Quiero verlas