Abres los ojos, ves la luz del Sol, inspiras, expiras: empieza el día. Es 28 de junio y todo sigue su transcurso normal, pero… ¡Sorpresa! Estamos de celebraciones porque resulta que hoy es el Día Mundial del Árbol y en Maminat es nuestro deber celebrarlo.
Sí, efectivamente los árboles también tienen su día al igual que las mamás y los papás. Y es que son merecedores de ello porque dan y son vida, al igual que los cuidados que te da una madre, o el cariño de un padre. Por eso hoy 28 de junio, aunque sabemos que todos los días del año son buenos para cooperar y mimar el medio ambiente, queremos agradecer por un lado el cuidado y trabajo hecho por los bosques y ecosistemas del planeta, y recordar por otro la importancia y beneficios que trae su uso adecuado en nuestro cuidado personal.
La pregunta es sencilla y un tanto ridícula: “¿Para qué sirve un árbol?” La respuesta no es única pues son útiles al ser humano para muchísimas cosas como por ejemplo hacer papel, elaborar muebles, fabricar artesanías o incluso como combustible. Pero por encima de todo, los árboles producen el oxígeno que necesitamos para vivir. También eliminan el dióxido de carbono causante del efecto invernadero que paulatinamente se vuelve más agresivo e influyente en todo el transcurso natural de la vida. Afecta fundamentalmente a la Tierra, pero también a lo que más se nos escapa en el día a día, a nuestra salud, reflejándolo en nuestra piel y estados de ánimo. Al final, lo que no deja indiferente a nadie está en darse cuenta de hasta qué punto los árboles sostienen nuestra existencia. Sin árboles no hay oxígeno, y sin oxígeno, vida.
Es por ello que queremos aprovechar esta ocasión para agradecer explícitamente a todas aquellas personas que hoy celebran el día del árbol con nosotros y además, cooperan y son conscientes de su grandísima función vital. En nuestro caso, más agradecidos nos sentimos porque nos han dado una razón de ser. Trabajamos para que cada producto sea el mero reflejo de nuestra relación con el medioambiente, encaminados siempre hacia el respeto y una cosmética consciente.
Como muchos de vosotros ya sabréis, uno de los pilares básicos de la filosofía de Maminat es que hacemos cosmética para las personas. Eso significa que el fin último de nuestros productos es que os encontréis mejor al usarlos y tengáis una vida más sana. Además sabéis que nuestra cosmética es ecológica y, aprovechando el día de hoy, queremos mostraros como los árboles también son grandes partícipes de vuestra piel. Sobre todo se trata de árboles que se encuentran en nuestro país y se integran de la forma más fresca posible en cada envase.
Aprovechando el estreno del verano, aunque todavía no se haya dado su llegada triunfal, seleccionamos por ejemplo el pack preverano de Maminat que se compone fundamentalmente de naranja, mandarina. pomelo y olivas. Teniendo en cuenta que somos una empresa valenciana, era prácticamente inevitable usar la naranja en nuestros productos. La naranja es un símbolo de la huerta valenciana y su origen se remonta muchos siglos atrás.
Se trata de un fruto que nace del árbol del que toma su nombre, el naranjo. Es originario del sur de China y el Sureste Asiático que se propagó por todo Oriente, gracias a la Ruta de la Seda. Los árabes, quienes introdujeron el cultivo del naranjo en la Península Ibérica, la llamaron “naranjah”. Tras la época árabe, el cultivo del naranjo se mantuvo en la Comunitat Valenciana y aunque en un principio fue utilizada con fines decorativos, más tarde fueron introduciéndose variedades más dulces, que derivaron en las que actualmente consumimos y que están consideradas como las mejores naranjas del mundo. Es por ello que en Maminat hemos decidido volcar todas las propiedades de la naranja en nuestros cuidados para así extraer el máximo beneficio de su uso. La naranja, aparte de ser conocida por su fresco, dulce y ligeramente ácido sabor, destaca especialmente por su papel en la disminución de factores inflamatorios y del estrés oxidativo, mecanismos asociados a las enfermedades metabólicas y al envejecimiento. El gel de ducha así como la crema corporal “Terreta” se componen fundamentalmente de este fruto creando una base de cítricos muy suaves, acompañados además de aceites para dejar la piel todavía más suave e hidratada. Estos aceites derivan de la oliva, fruto que nace del árbol del que toma su nombre, el olivo.
El origen del olivo se pierde en la noche del tiempo, coincidiendo con la expansión de las civilizaciones mediterráneas. Su trayectoria hasta la actual explotación en España sigue creciendo llegándose a cultivar en lugares tan distantes de sus orígenes como África del Sur, Australia, Japón y China. Hoy en día el olivo es un árbol muy preciado cuyo fruto da lugar a uno de los sellos más característicos de la dieta mediterránea: el aceite de oliva. Qué sería de nuestra cocina sin tal elixir… Pero su poder no se limita únicamente a los paladares, sino que también tiene otras propiedades enriquecedoras que curan, alimentan y miman nuestra salud, como por ejemplo, el cabello, la piel, las cutículas, heridas, cicatrices…
Pero no solamente existe el aceite de oliva, sino que también existe el aceite de almendras. La almendra es un producto completo con 12 vitaminas y 7 minerales, alto contenido en magnesio y fuente de proteína. Es rico en fibra y alto potencial prebiótico, mejora la salud de nuestro sistema digestivo. El aceite de almendras se utiliza fundamentalmente para la confección de cremas en el cuidado del cutis, en concreto, en mascarillas para las arrugas como nuestra crema facial “siempre joven” o, en general, en cremas para todo tipo de pieles el aceite de almendras siempre es un buen aliado. Pero no solamente se integra en las cremas sino en los geles también como es el caso de nuestro “Gel Equilibrio” acompañado de lavanda y aceite de trigo.
Se ve claramente que son muchos los árboles de los que derivan la inmensidad de los productos que os cuidan en vuestro día a día. Y sin ellos nosotros no seríamos Maminat, porque al final quienes están detrás de vuestros cuidados no son otros que los árboles, y sin lugar a dudas quién mejor que ellos para asegurar un cuidado sano, equilibrado y sensible a cada uno de vosotros.
Es por ello que desde Maminat damos las gracias por compartir este día, por celebrarlo. Gracias por ser conscientes de que nosotros les necesitamos más a ellos, que ellos a nosotros. Mimémosles.